Referencias

Aquí van una serie de cuentos infantiles muy útiles para ver diferentes formas de afrontar el miedo… A veces, el lenguaje sencillo y claro que se utiliza para los niños, es también con el que mejor aprendemos los adultos:

• Yo mataré monstruos por ti (de Santi Balmes) > VER
• ¡Qué miedo! (de Lorena Martí ) > VER
• Cuanto tengo miedo (de Trace Moroney) > VER
• Miedo (de Graciela Cabral) – dedicado especialmente a Nikolay 😉 > VER
• Gluf, el monstruo azul (por el Manin) > VER

Y ¡cómo no! En nuestro afán de alentar a la lectura, aquí recomendamos también algunas lecturas interesantísimas:

• Instrucciones sobre la forma de no tener miedo (de Julio Cortázar) > LEER (página 5)
• El niño que tenía miedo del miedo > LEER
• El niño que tenía miedo a la oscuridad > LEER
• Miedo por ser diferente > LEER
• Monstruos jugando al escondite > LEER
• El país de tus miedos > LEER
• Edgar el monstruo alado > LEER

Ejemplo nº 1: MIEDO A LA MUERTE

El tiempo es una de las grandes amenazas que se cierne sobre el ser humano: Pasa inexorablemente y nada podemos hacer para aplacarlo. Y con el paso del tiempo, llega la temida muerte. Este sketch de la serie “Don´t hug me. I am scared” muestra con marionetas esta agonía del paso del tiempo.

Cuidado: no se recomienda el visionado a personas sensibles, dado el alto contenido subliminal de estas imágenes

Ejemplo nº 2: MIEDO A LA CONTRAEDUCACIÓN.

La serie “Don´t hug me. I am scared” muestra de una manera aparentemente infantil conceptos de una complejidad extrema. Personalmente me fascina y a la vez me aterroriza ver el uso que se puede hacer de una imagen superficialmente pedagógica, pero en su contenido profundamente antipedagógica. Recuerdo que de pequeño me encantaba “Cajón desastre”, que fue uno de los programas que abogaba por una educación “diferente”. Sin duda la estética era muy particular. Este programa que aquí traemos puede parecer también de un estilo peculiar, pero supone un peligro educar a través de mensajes que llevan implícitos la carga del miedo. Como padres, es fundamental supervisar el tipo de programas que ven los hijos; las tecnologías han abierto un mundo de posibilidades inmenso, pero eso no quiere decir que todo lo que está calificado para todos los públicos sea deseable para los hijos, si queremos que se eduquen en la naturalidad, espontaneidad y con una libertad sana. Más aún ahora que existe tanta crítica en la sociedad, es importante que aprendamos a discernir los anuncios y mensajes visuales que llevan carga de odio o una disconformidad antisistema, sin un atisbo de espíritu constructivo.

Por este motivo, para que seamos capaces de discernir si aquellas series, canciones, películas, memes, etc. que nos enganchan favorecen a construir en nosotros una personalidad rica y plena, proponemos aquí el visionado de este análisis de la serie “Don´t hug me. I am scared”, al menos para que entendamos que, muchas veces, detrás de una simple serie para niños, hay muchos más contenidos que no vemos con los ojos físicos, sin apreciarlos…